Todo está bien. Vivir en la Comunidad de Madrid es para algunos un placer y para otros no lo sé. Según el gobierno regional de Esperanza Aguirre, vivimos en la comunidad que se pagan menos impuestos. ¿Hasta que punto es eso beneficioso para la ciudadanía?
La sanidad pública cada vez está peor en nuestra maravillosa Comunidad, pedir cita en la Atención Primaria es una odisea, conseguir que te deriven a las consultas de medicina especializada un sueño. Parece que nuestras médicos y nuestros médicos cobran una prima por no derivar a las consultas especializadas. Poco a poco van recortando, y recortando, y recortando, y cada vez veo más cerca el momento de que todas las personas tengamos un seguro médico privado. Y ahí tendremos un problema, otro más para la larga lista de problemas, ¿qué pasará con las personas que no tengan recursos económicos? ¿Qué pasará con las personas que tenemos empleo con un salario de vergüenza? Gestionar un país tiene que ser complicado, por eso no me dedico a la política, pero me da la sensación de que las personas que se dedican a la política en nuestro país se lían “la manta a la cabeza” y “hacen de un roto un descosido”, como dirían en mi pueblo.
Ana Botella, que da la casualidad que pertenece al Partido Popular, concejala de medio ambiente, estudia poner etiquetas a los vehículos que circulen por Madrid. Verde para los que menos contaminen, después amarilla y por último la roja, que será la destinada a los vehículos que tengan más años y que más contaminen. Cada vehiculo tendrá que pagar unas tasas por circular, los de la etiqueta verde pagarán menos que los de la amarilla, y éstos menos que los de la roja. Lo hace por el bien de Madrid, esa ciudad a la que tanto quiere y sin ser consciente, me imagino, de que muchas personas tienen un coche viejo porqué no tienen dinero para comprarse uno nuevo. Los SUV (Sport Utility Vehicle), que son esos coches todoterreno enormes que cuando van detrás de ti en la carretera piensas; “que frene, que frene” también contaminan una barbaridad, pero la diferencia es que aunque paguen lo mismo, la tarifa roja, el poder adquisitivo de unas y otras (las personas con un SUV y las que tengan un vehiculo viejo) no será el mismo. Pero no importa, no nos vamos a quejar, total que más da.
El Consorcio de Transportes decidió ayer subir el billete sencillo de metro un 50% su tarifa actual, pasará a costar 1,50 € una minucia, ya que en otras ciudades europeas todavía es mucho más caro. ¡Cuánta razón tenía mi madre cuando me decía que aquí el que no se consuela es porque no quiere!
Que cada uno piense lo que quiera, que cada cual actúe como crea, pero si pagar menos impuestos es fastidiar a las que menos tienen me parece una forma de hacer política nefasta.